Me ha impresionado, me ha dejado
meditando lo poco que significa la vida para algunos, el motivo tan
banal para perpetrar los asesinatos, la personalidad de los autores,
la falta de escrúpulos y por último, imaginar que van matando a tu
familia uno a uno. Tardaré en olvidar fragmentos de este libro, que
en verdad, me ha conmovido.
"Hoy, en el último día de su vida,
la señora Clutter guardó en el armario la bata de cretona que
llevaba puesta, se puso uno de sus largos camisones y un par de
calcetines blancos limpios.”
“A continuación, llevándose la
mano al borde de la gorra, se volvió a casa y comenzó su jornada de
trabajo, sin saber que sería la última”
“sacó del armario la indumentaria
que pensaba ponerse el día siguiente para ir a la iglesia: medias,
mocasines negros y un vestido de terciopelo rojo, el más bonito que
tenía, confeccionado por ella misma, vestido que habría de servirle
de mortaja.”
Fue concebido cuando Truman Capote leyó
la noticia y se trasladó a Holcomb junto a la escritora Harper Lee
(Matar a un ruiseñor, Ve y pon un centinela), para conversar con sus habitantes y constatar de que manera estos hechos afectaban en la
zona, todo esto antes de saber la identidad de los autores. Al
parecer le fue difícil conseguir estas entrevistas, por la crudeza
de lo acaecido, lo controvertido del lugar y las características muy
peculiares de Capote, hasta el punto de querer abandonar la empresa a
poco de comenzar. En la película “Historia de un crimen
(Infamous)” nos muestra todo el proceso de creación,
involucrándose de tal manera, que se dijo, no volvió a ser el mismo
ni personal ni profesionalmente. Nos muestra que la relación del
escritor y Perry Smith fue mas allá de las simples entrevistas,
agravándose sus problemas de alcoholismo y drogadicción. En cuanto
al modo de ser de Capote...mejor sería que no hubiera visto la
película.
La técnica utilizada se ha denominado
de diferentes maneras, (nuevo periodismo, novela testimonio,
periodismo literario, novela no ficción etc.), no recrea los hechos,
los hace suyos de tal manera que se convierten en su creación.
Contado siempre en tercera persona como narrador omnisciente, nos
deja claro desde el inicio que no quiere que te involucres en la
historia, no te permite ningún resquicio para unirte
a los personajes, eres el receptor y tienes que resignarte a ese
papel. Y esto, que puede parecer motivo de rechazo, aquí sucede lo
contrario, esta descrito con todo lujo de detalles, con la frialdad
que tiene una noticia de periódico, pero pormenorizando en todas las
cuestiones que tienen que ver con el caso, no solamente las
nucleares, con lo que consigue hacerte una amplia composición de
lugar y no perderte nada de lo que ocurrió en aquellos días a
finales del 59 y principios del 60.
Nos cuenta una historia real, los
Clutter, una familia acomodada, que en la noche del 14 al 15 de
Noviembre de 1959, fueron salvajemente asesinados, en principio sin
ningún motivo aparente, eran personas muy queridas y
respetadas por todos los habitantes de este tranquilo pueblo de
Kansas, lo que produjo en los lugareños los lógicos recelos ante
sus conciudadanos, al pensar que podía haber sido cualquiera de
ellos, así como el miedo que pudieran volver a actuar en
otra vivienda. En la primera parte de la narración nos detalla con
minuciosidad los perfiles de los cuatro componentes (Herbert, Bonnie
y sus hijos Nancy y Kenyon) que en ese momento ocupaban el domicilio,
y quiero hacer especial mención a la hija.., jovial, vitalista,
deseando ayudar a sus vecinos, proyectos de universidad, medio-novio
a la vista.., hace que nos duela mas los acontecimientos posteriores.
“—La impresión que nos hubiese causado el crimen no hubiera
sido tan tremenda si no se hubiese tratado justamente de los Clutter.
De alguien menos admirado que ellos, menos próspero y seguro. Pero
es que esa familia representaba todo cuanto la gente de por acá
realmente valora y respeta. Y que una cosa así les haya podido
suceder precisamente a ellos..., bueno, es como si nos dijeran que no
existe Dios. Hace que la vida carezca de sentido.”
Enfrente están los dos asesinos, Dick
Hickcock y Perry Smith, también nos narra cuidadosamente todo lo
concerniente a ellos antes, durante y después de cometer su delito.
Consigue que tengamos una idea muy exacta de todo lo relativo a la
idiosincrasia de estos dos individuos. Nos queda claro, en el caso de
Dick debido quizá un golpe que se dio en la cabeza, a sus delirios
de grandeza, a su paso por varios centros penitenciarios, su
debilidad con las chicas muy jóvenes ... y en Perry a la familia
desestructurada, el entorno influyente, a sus represiones con
posibles tendencias homosexuales, complejos por su físico, su afán
en demostrar su inteligencia.., que la percepción de la realidad la
tenían distorsionada, quedando de manifiesto su psicopatía. En el
juicio se alegó que sí sabían lo que hacían, que en todo momento eran
conscientes de sus acciones, pero a esta cualidad no se puede
responder con un obligado monosílabo, las pruebas y sus
comportamientos nos muestran indicios suficientes para percibir que
sus cánones de conducta estaban alterados en grado sumo. Y por supuesto, no justifico nada.
Algunos ejemplos:
“Y no es que le estuviera tomando
el pelo. Yo no quería hacerle daño a aquel hombre. A mí me parecía
un señor muy bueno. Muy cortés. Lo pensé así hasta el momento en
que le corté el cuello.”
“—¿Que si lo siento? Si es eso
lo que quieres decir, no. No siento nada en absoluto. Y quisiera que
no fuera así. Pero nada de aquello me causa preocupaciones. Media
hora después, Dick me contaba chistes y yo me reía a carcajadas.
Quizá no seamos humanos. Yo soy lo bastante humano como para sentir
lástima de mí mismo.”
Dick una vez
conocida la pena a morir ahorcado “«El pelo se me cae a
montones. Me pone frenético. Nadie en nuestra familia fue calvo, que
yo recuerde, y me pone frenético pensar que voy a ser un horrible
viejo calvo.»”
“—¿Sabes qué estoy pensando?
—preguntó Perry—. Pues que nosotros dos debemos de tener algo
anormal. Para hacer lo que hicimos.—¿Hicimos qué?—Lo de por
allá.”
“—Mi amigo Willie-Jay solía
hablar de eso; decía que todos los crímenes podían considerarse
como «variantes del robo». Incluido el asesinato. Cuando matas a un
hombre, le robas la vida.”
“Porque el sargento que teníamos
era una bestia de marica. Y yo no me dejaba. Jesús, no puedo con
eso. No puedo soportarlo. Pero..., yo no sé. Por otra parte, con
otros maricas me he entendido muy bien. Y en realidad, el mejor amigo
que he tenido, sensible e inteligente, resultó que era marica”
“Y por ser medio indio. Había una
asistente que me llamaba «negro» y decía que no existía
diferencia alguna entre negros e indios. ¡Oh, Jesús”
Se explaya, en los lugares que visitan
después de cometer estas acciones, dejándonos entrever, en este
viaje a ninguna parte, su manera de entender la vida, sus principios,
sus miserias, sin remordimientos, como reconocieron, a la media hora
del suceso estaban riendo a carcajadas. También hace especial
hincapié en el juicio y sobre todo en el tiempo que están el
corredor de la muerte, en la que nos ofrece toda una serie de
descripciones, resultando llamativo en Smith, al que lo mas nimio,
como puede ser llevarle la contraria en sus incorrecciones al hablar,
puede afectar tanto a alguien que a asesinado a cuatro
personas, por no mencionar las mezquindades de sus compañeros de
“corredor”. “¿por qué lo hicisteis? Y York, con una
sonrisa de autocomplacencia, contesta: —Nosotros odiamos al
mundo”.
Fueron detenidos a principios de 1960,
y una vez acabado el pleito se puso en marcha la maquinaria de
apelaciones, y argucias legales, basados principalmente en el defecto
de forma y por lo tanto en una posible situación de desventaja de
los inculpados, así como un alegato en contra de la pena de muerte,
que hizo que se celebrara otro litigio, siendo interrogados de nuevo los
protagonistas (juez, abogados, jurado...) dilatándose la
ejecución de la sentencia hasta abril de 1965 en la que fueron
ahorcados. El autor, se mantiene al margen de estas reivindicaciones,
describiendo los acontecimientos como sucedieron, sin decantarse.
A alguien le puede parecen prolijos los
detalles de todos lo intervinientes en la trama, pues es verdad que
te cuenta desde la historia familiar de la mujer que trabajaba en el
correo, hasta las insignificancias de la vida familiar de
los policías que están investigando la causa, en mi caso no es así,
cuando veo una noticia actual de este tipo, siempre me he preguntado
cuales son las causas, el antes y el después, si han encontrado a
los culpables, cual es el fallo de los jueces.... aquí se encuentra
todo eso, con creces, de una manera amena, transcrito tal y como se
desarrolló, no dejándote ninguna pregunta sin respuesta, es más
nos informa que fue de tal o cual persona con el paso de los años,
con lo que descubres de inmediato el devenir de su destino.
Hay un suceso similar, en la zona
donde se encontraban los dos reos, cuatro miembros de
la familia Walter fueron abatidos y aunque se menciono en el juicio
de soslayo, no los consideraron culpables de ello. En una noticia leí
que habían exhumado los cuerpos de los sentenciados para ver si
tenían alguna relación, cotejando el ADN, fue en 2012 y la verdad, no logro enterarme que sucedió, pues no consigo encontrar el final
de esta información, imagino que si hubieran sido ellos se habría
difundido ampliamente.
Por ultimo destacar personajes que me
han llamado la atención. La siempre doliente y frustrada Sra.
Clutter “seguía lamentando no haber terminado aquellos estudios
ni conseguido el título, aunque sólo fuera «para demostrar que por lo
menos una vez en la vida había tenido éxito en algo».” y su
hijo, para los vecinos un “poquito raros”, al cariacontecido
Bobby Rupp, novio de Nancy con la reprobación del padre por no ser metodistas y la amiga de esta, Susan, futura compañera de
universidad y que es protagonista de un gran final (en la película
de Richard Brooks de 1967 no sale, entre otras muchas escenas, una
pena), la abnegación y la perseverancia del investigador Alvin Dewey
que pese a las adversidades y las confusiones iniciales (un seguro
de vida firmado el día anterior, una persona en el interior de la
casa en fechas posteriores), supo mantener la calma
costándole casi un problema de índole familiar, a la sra. Meier que
le hace la comida a Perry en la cárcel llegando a sentir afecto por
él, a todos los que consiguieron resolver el caso y pasar página de
este acto luctuoso que estremeció a EE.UU., en definitiva, a una
novela que consigue remover nuestras conciencias...máxime después
de ver las fotos de una familia feliz y la manera tan feroz de
manifestarse la muerte en ellos.
Mi puntuación es de 8,5 sobre 10.
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