martes, 16 de octubre de 2018

NORTE Y SUR (Elizabeth Gaskell)


Sinopsis: A través de la historia de Margaret Hale, una joven del sur de Inglaterra que por circunstancias familiares se ve obligada a trasladarse al norte, Elizabeth Gaskell plasma los conflictos sociales y políticos derivados de la revolución industrial en la Inglaterra de mediados del siglo XIX. Para la heroína, el sur donde ha nacido simboliza el idilio rural; frente a él, el norte es sucio, rudo y violento. Sin embargo, a medida que va penetrando en ese nuevo mundo y sus distintos estratos –desde Bessy, la joven obrera enferma y su padre, líder sindical, hasta John Thornton, dueño de una fábrica textil, por quien siente una creciente atracción_, tendrá que ir corrigiendo sus prejuicios; y del mismo modo, su condición de mujer subordinada evolucionará hacia una madura aceptación de sí misma y de sus sentimientos. (Casa del Libro)

Fue un relato por entregas en una revista cuyo director era Charles Dickens. No tuvo forma de libro hasta 1855.

En un principio nos muestra una familia viviendo en el sur, sin holgura, con las quejas de la madre siempre presentes, pero sin mayores complicaciones. Al contrario que la hermana de la progenitora (donde vivía Margaret) con todas las comodidades, y una posición social elevada. Se puede entrever, de manera tacita, el dilema entre sí casarse por amor, aún manteniendo un nivel de vida muy austero, es preferible a lo contrario.

En los libros relevantes de la literatura -este lo es sin duda-, siempre hay una figura que destaca en la trama, para que el mensaje nos llegue sin ninguna distorsión. Aquí, la fuerza que tiene nuestra Margaret, hace que admiremos sus acciones, siempre cargadas de una personalidad arrolladora y con el fin de llevar la pauta en todos los acontecimientos; sirviendo como contrapunto el resto de los personajes.

Aunque se trate de una novela, creo que debería formar parte de un estudio minucioso si queremos entender los grandes cambios de la época en donde nos sitúa la historia. Se aprecian de forma nítida  los aspectos favorables y desfavorables, que conlleva una sociedad industrial y su forma de vida: más individualista, con más libertad y menos prejuicios de conducta; comparada con la tradicional, llena de convencionalismos.

El que lea el párrafo anterior se podrá hacer a la idea que siempre será más ventajosa esa sociedad febril con el derecho que tienen los trabajadores, su independencia económica, pérdida de peso de las confesiones, etc...Pero la autora en su certero análisis, también nos plantea el peaje que tienen que pagar, en forma de ruido constante, viviendas incomodas, suciedad, humo contaminante, prisas, enfrentamientos sociales...en contraposición a la vida sosegada, estable y llena de luz de la campiña.

Nos hace una descripción tan real, que, lo que en un principio parece muy claro, es fácil que cambies de opinión. Esto es lo que le sucede a nuestra protagonista. Sin dejar de recordar lo que dejó en ese Sur de cielos radiantes, poco a poco y después de unos comienzos muy penosos, se va dando cuenta, que el Norte tiene sus ventajas. Entre estas: tomar conciencia de la importancia de la mujer, como parte integrante de una comunidad, dejando atrás esa etiqueta de objeto que se tiene de ellas en donde era originaria. Tanto es así, que los ojos con que distingue los páramos y recuerda su pasado, en un viaje posterior, no son los mismos que cuando partió. En poco tiempo y debido a los acontecimiento tan duros de la que fue testigo, la forjaron lo suficiente para tener unos principios definidos con personalidad propia.

En cuanto a los perfiles: se convierte en una pelea de gallos; nadie quiere dar su brazo a torcer, pues ello mostraría una supuesta debilidad que se convertiría en una ventaja para el otro “bando”. Todos los personajes tienen su “circulo de poder” que salvaguardan con uñas y dientes, cediendo y estirando la cuerda según convenga. Tenemos a la madre de Thornton, con el dominio sobre su hijo que poco a poco va perdiendo y asumiendo; al propio Thornton, implacable empresario sin fisuras para mantener el orden, con un sentido muy elevado de la justicia y que le cuesta reconocer sus sentimientos; nuestra Margaret intentando mantener su dignidad a pesar de las dificultades; el sindicalista Higgins y su mundo obrero lleno de ideales, que poco a poco ve desmoronarse; la hija de este, Bessy, cuyo incierto futuro le hace valorar las cosas más sencillas; Frederick, el clandestino hermano de Margaret, con un pasado por esclarecer, y un futuro por definir, y por último el padre, en su labor más tibia, pero con gran peso en el relato.

Es del tipo de novelas, que como has estado tanto tiempo pegado a ella (más de 500 páginas), se queda un vacío grande cuando se termina. Así tenemos ese final abrupto, que no por imaginado y en cierto modo deseado, evita que nos irradie esa nostalgia al no poder seguir compartiendo momentos con esta familia.

Quisiera exponer, como pregunta a quien este leyendo esto (es lo que ocurre en la novela). ¿Cambiaría una apacible vida en el sur, estable, teniendo que trasladar a toda la familia de improviso, a un lugar que no conocen, con gran incertidumbre, con tres personas de edad avanzada y un trabajo incierto...por renunciar voluntariamente a tu trabajo de vicario, debido a unos problemas de conciencia (no explica más), que según el Reverendo Hale no le permiten continuar en su posición?.

Ahí lo dejo...

Una gran novela, hay que leerla si o si. No te arrepentirás.

Mi puntuación es de 8 sobre 10.