Libro intenso, con una narrativa amena, un lenguaje sencillo y una ambientación muy cuidada, que nos
llevará a recorrer parte de Nueva Zelanda en la primera mitad del
siglo XIX. Es el primero de una trilogía.
Estamos ante un relato de los llamados
landscape, en el que la autora nos traslada a los años 1837-1845, y
utiliza como núcleo de la narración, las vicisitudes de unas
familias de colonos alemanes que buscan en las nuevas tierras un
mejor medio de vida, pasando para ello por todo tipo de calamidades,
apoyándose siempre en su fe, pues eran de la escisión Luterana.
Es un libro muy entretenido, de los que
estas deseando seguir leyendo para ver que sucede en el siguiente
capitulo, las penurias y vivencias que tienen los protagonistas, las
sufres con ellos, los sentimientos que afloran entre sí, también te
conmueven a ti, y se debe principalmente a que los perfiles de los
protagonistas están bien definidos y que los personajes secundarios
tienen un gran peso en la novela, con lo que consigue el equilibrio
necesario para que sea muy ágil y todo esto contado de una manera
muy fluida que hace de sus 800 páginas un relato de fácil lectura.
En realidad todos estos libros con
historias épicas, tienen unos patrones comunes, los malos son
extremadamente malos, los buenos muy buenos, las injusticias son
tremendas, las penalidades llegan a extremos inhumanos, etc., pero lo
que hace que te parezca interesante o no, es la destreza en la
narración y como consecuencia de ello, te identifiques con la
historia, que sufras, te alegres, te indignes, te rebeles o por el
contrario, como pasa en otros, te resulte indiferente.
Para que una obra sea completa, aparte
de la trama principal, tiene que tener una ambientación muy lograda
que nos detalle la época, forma de vida, costumbres, y demás, aquí
nos encontramos con un testimonio bastante completo de como fueron
esos años de diáspora en busca de unas tierras totalmente
desconocidas hasta la fecha, la fundación de ciudades, el
florecimiento de actividad económica, establecimiento de la
ganadería en la Isla y unas relaciones no siempre fáciles con los
maoríes, los aborígenes de la zona, y su ingenuidad a la hora de
negociar la propiedad de sus tierras.
Se trata de una epopeya, donde hay un
poco de todo, amores imposibles, traiciones, viajes, creencias
religiosas a ultranza que condiciona el comportamiento de manera
notable, indígenas, prostitución, inundaciones, ganado, colonos,
asentamientos, terrenos de labranza, aventura, engaños... en
definitiva un libro que no te aburrirá, que disfrutarás desde la
primera página y a pesar de su grosor, no desearás que termine.
Mi puntuación es de 7,5 sobre 10.