Que placer tropezarse con un libro como
este donde el entretenimiento esta asegurado. Nos encontramos con
esa prosa tan exquisita propia de los buenos escritores de la época,
ese hilar las secuencias de la trama tan apropiado para que no
decaiga en ningún momento y con ese desenlace de misterio
garantizado hasta la última página.
Tratándose de estos dos escritores, no
se podía esperar otra cosa que no fuera una literatura con
mayúsculas y un argumento con la intriga y el ritmo necesario para
desear retomar la lectura en cualquier momento. Imaginamos que el
arcano corre a cargo de Wilkie Collins y la magnifica descripción de
los personajes y el innegable estilo, correspondería a Charles
Dickens, sin quitarles ningun merito a ambos en sus otras facetas.
Nos habla de un niño que le recogen de
un orfanato y le cambia la vida hasta tal punto que se encuentra a
cargo de una empresa bodeguera con un gran futuro por delante. El
azar y la honradez de nuestro protagonista hace que todo se
complique, dándose una serie de acontecimientos que nos cautivaran y
hará que deseemos averiguar con gran avidez la conclusión a esta
maraña de situaciones.
Están presente las encorsetadas normas
del periodo en la que se sitúa la novela, de soslayo nos hace
referencia a las dificultades de unir familias de distinta clase
social, la picaresca “mercantil”, una buena descripción
ambiental, tiene mucho de aventura, viajes, amor.... pero lo que más
me llamó la atención, fue el sentido del humor tan inteligente y
tan bien llevado que desprende a raudales y que hace de esta obra muy
amena su lectura.
He aquí algunos ejemplos:
“Los
dos hombres miraron las caras de los dos perros. Los dos perros, al
menos con idéntica inteligencia, miraron las caras de los dos
hombres”.
“Su
aire sugería la etapa otoñal de la vida humana. En el curso de la
velada demostró unas capacidades extraordinarias. Una era la del
silencio; la otra era la de vaciar botellas”.
“El
caso era desesperado. Dos consideraciones serias se concretaron en la
mente de Vendale. ¿Era posible meter a Madame Dor en la estufa? No
cabía dentro de la estufa. ¿Era posible tratar a Madame Dor no como
a una mujer viva sino como a un objeto del mobiliario?”.
No creo que haga falta decir más para
definir el libro (se hizo en un principio como si de una obra de teatro se tratara), me podía extender en explicar la vida y creación
literaria de los dos autores, así como su relación de amistad, pero
como quiero seguir siendo fiel a realizar las reseñas exclusivamente
del libro, solo me queda decir que no te arrepentirás de leerlo, que
te reirás mucho y que desde la primera hoja percibirás que estas
leyendo literatura de la más alta calidad.
Mi puntuación es 7,5 sobre 10.
mi puntuacion es de 11 sobre 10
ResponderEliminarTu eres tonto es una obra pésima=0 de 0
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